Hoy más que nunca el concepto de “bienestar” es fundamental para reestablecer nuestro propio equilibrio y ayudar a nuestros clientes a recuperar la confianza en sí mismos y en el regreso a su vida diaria. Para ello, contamos con el gran apoyo y soporte de la aparatología estética, la cual impulsa los procesos naturales del cuerpo para lograr los resultados estéticos que los pacientes buscan y necesitan; pero lo principal es conocer qué pequeñas acciones diarias nos ayudan a mejorar la calidad no sólo de la salud, sino de la vida en general, siendo el primer paso a un estado de bienestar integral que después se verá enormemente beneficiado por las bondades de la tecnología. En esta ocasión hablaremos sobre 6 puntos base para mantener y mejorar la salud y el bienestar general.

-Tomar agua. Parece algo lógico y hasta obvio, sin embargo, muchas veces y por motivos relacionados al estilo de vida, tus pacientes pueden olvidarse de tomar la cantidad suficiente, o bien, estar tomándola en exceso. Al comparar diversas fuentes, la mayoría coincide en que la ingesta promedio de agua es de 8 vasos de 240 ml o bien 2 lt. Esta cantidad es la más aceptada, aunque los especialistas aseguran que la cantidad de agua dependerá de cada persona y sus actividades, por lo que es esencial escuchar el propio cuerpo y hacerle caso, y recomiendan poner atención a señales como la sed y el color de la orina. La primera alerta que manda el cuerpo ante la falta de agua es la sed, sin necesidad de llegar al mareo, vómito o dolor de cabeza que indican deshidratación; y, por otro lado, cuando la cantidad de agua consumida es la adecuada, la orina tendrá un color amarillo claro; si es de color amarillo oscuro, no se está tomando suficiente, y si, al contrario, es transparente, se está consumiendo de más.

-Evitar la sobrealimentación. Es decir, congestionar al cuerpo con una ingesta excesiva de carbohidratos y grasas, lo que provoca un cierto estado de intoxicación. Si bien estos grupos alimenticios son necesarios e importantes para el cuerpo humano, no se recomienda el abuso de los mismos, pues son los causantes de condiciones como el sobrepeso y la obesidad, además de estar detrás de múltiples problemas cardiovasculares y diversas enfermedades. Recuerda recomendar a tus pacientes una dieta balanceada, preferentemente bajo la guía de un nutriólogo.

-Restringir el consumo de azúcar libre. El azúcar libre es toda esa azúcar añadida (refinada, morena o mascabado) en alimentos y bebidas, así como la que está presente de forma natural en la miel, jarabes y jugos de fruta. De acuerdo con las directrices marcadas por la OMS, el consumo de azúcar debe limitarse a menos del 10% de la ingesta calórica total (25 g al día), siendo preferente reducirla al 5% para poder observar beneficios adicionales en el organismo. Entre las principales razones para disminuir al mínimo el azúcar están el que afecta el rendimiento cerebral interfiriendo en los procesos de memoria y aprendizaje, disminuye la reparación del colágeno, disminuye la sensación de saciedad, propicia el aumento de peso por el exceso de fructuosa y glucosa que se transforman en grasa en el hígado, acelera del proceso de oxidación de las células, crea adicción gracias a la liberación de dopamina que produce su consumo y produce gran agotamiento.

-Combatir el sedentarismo. Como su nombre lo indica, se refiera a la falta de actividad física que lleva a un estado sedentario. Actualmente, el estilo de vida acelerado y enfocado al trabajo mantiene a tus clientes sentados frente a una computadora durante muchas horas por varios días evitando que el cuerpo tenga la actividad física mínima necesaria. ¿Cómo repercute esto en el bienestar? Hay una menor quema de calorías que pueden conducir al sobrepeso, la obesidad y las complicaciones crónicas que estas condiciones propician, se pierde masa muscular y resistencia, los huesos se debilitan y a la larga pueden llevar a la osteoporosis, el metabolismo se ralentiza y vuelve complicada la síntesis de grasas y azúcares, favorece la mala circulación y sus problemas derivados, el cuerpo tiende a inflamarse con mayor frecuencia y puede aumentar los sentimientos de depresión y ansiedad. Lo recomendable es hacer un mínimo de 30 minutos de ejercicio al día, además de procurar mover el cuerpo por lo menos una vez cada hora durante la jornada laboral, usar escaleras en vez de ascensores, realizar labores domésticas, utilizar parte del tiempo de descanso para caminar, entre otras.

-No consumir sustancias nocivas y tabaco. Las sustancias nocivas atacan directamente el cerebro, el sistema nervioso central y diversos órganos del cuerpo alterando sus funciones normales y generando adicción. Generan un impacto importante no sólo a nivel de salud y desempeño individual, sino que dañan las relaciones con las personas del entorno: trabajo, familia, pareja, amigos y sociedad en general. Generan un deterioro importante en la salud en general que a la larga conduce a graves daños en el organismo. El tabaco, por su parte, ataca principalmente los pulmones pudiendo ocasionar enfisema pulmonar y cáncer de pulmón, pero también puede desencadenar futuras enfermedades incluyendo cáncer de lengua, de boca, fallas cardiovasculares, entre otras, además de que altera el color de los dientes y el olor natural de la persona.

-Dormir bien. Cuando una persona duerme bien, no sólo se ve reflejado en su desempeño, capacidad de concentración y buenas funciones cognitivas, sino también en una mejor calidad de salud. Recuerda que, durante las horas de sueño por la noche, el cuerpo realiza procesos de depuración y desintoxicación en diversos órganos, por lo cual es imprescindible ir a la cama a una hora adecuada y dormir entre 7 y 8 horas todos los días. Con ello, todas las funciones del cuerpo se mantendrán en estado óptimo, además de que se reducirán el estrés, la depresión y la ansiedad, dando paso a emociones y estados más positivos. Estéticamente, la piel se encontrará hidratada y en buenas condiciones, se evitará la aparición de ojeras y se reducirá la hinchazón.

Recuerda comentar estos 6 puntos con tus pacientes ya que, al tomar acción sobre sus hábitos poco sanos, podrán alcanzar mucho mejores resultados en sus tratamientos estéticos además de que estarán disfrutando más plenamente de la vida en un estado de bienestar.
